Calderón y Fox rompen cerco en San LázaroFelipe cumple su palabra y acude al Congreso a la ceremonia de protesta
Cumple su palabra amenazas no lo amedrentan
Felipe Calderón rompe el estruendo perredista y toma protesta en San Lázaro
El Presidente en funciones acude al recinto legislativo como lo había prometido para ser investido con la Banda Presidencial
Hasta Fox sonrió, porque e sentía seguro al lado de su sustituto o porque, al fin, nada tenía de responsabilidad ante el país
La gritería de los diputados perredistas y panistas el viernes por la mañana en San Lázaro sólo adornó la entrada triunfal de Felipe Calderón a la sala del pleno, en donde culminó la última ceremonia que dio inicio a su mandato
La enjundia del Presidente entrante para cumplir con el mandato constitucional en el lugar y la hora marcada derrotaron las amenazas y advertencias de los perredistas, quienes habían jurado no permitirle su torna de posesión.
Calderón y su equipo, apoyado por los legisladores panistas, que sacaron la casta desde días antes, prácticamente se los comieron.
Después de que la Mesa Directiva ocupó su lugar y apareció la figura de Calderón en el recinto arriba de la tribuna, los perredistas parecieron petrificados y lo único que pudieron hacer fue lanzar un coro de rechiflas que se confundían con las de los panistas.
Calderón, entonces, inició el rito, su rito, y nadie lo detuvo. La historia de la nueva Presidencia comenzaba a escribirse.
En realidad el arranque de su Presidencia inició mucho antes.
Mucho antes incluso que el primer minuto del 1 de diciembre de 2006 cuando en Los Pinos en un histórico acto, Vicente Fox le traspasó el mando, la bandera nacional y la Banda Presidencial teniendo ya como testigos a los titulares de su gabinete de Seguridad: Defensa Nacional, Marina, Gobernación y Seguridad Nacional. Teniendo al Ejército Nacional como custodio del lábaro patrio y de la Banda Presidencial.
Comenzó a escribirse el 2 de julio. Comenzó a escribirse aún días, semanas antes cuando Andrés Manuel López Obrador decidió confrontarse con medio mundo y perdió en el proceso electoral los puntos que siempre pregonó tener adelante.
Comenzó a escribirse aquel 2004 cuando en un acto de arrojo se proclamó precandidato presidencial desquebrajando la ira de su antecesor que lo llamó "más que imprudente". Entonces Calderón fue arropado por el gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña, hoy su secretario de Gobernación.
EJÉRCITO, MARINA Y EL PRD
Algo ocurrió cuando Calderón hizo presencia en la tribuna del Congreso, pero los golpes, pataleos y empujones de los legisladores cedieron. Los dos días de trifulca anteriores quedaron atrás.
Al jaloneo siguió sólo una protesta gutural: gritos y porras de uno y otro lado.
Nada, sin embargo, fue obra de la casualidad. El despliegue militar fue más que visible afuera y adentro del recinto legislativo. Era un hecho que el Presidente Felipe Calderón era protegido por una valla desplegada por la Marina y el Estado Mayor Presidencial (EMP).
El recinto legislativo era infranqueable.
Era un hecho que hasta el mismo Vicente Fox estaba feliz y seguro; Fox, quien por temor a las amenazas perredistas sólo entregó en la puerta del recinto su Sexto Informe de Gobierno.
La tormenta que presagiaban los tempraneros 'ganchos al hígado' y las `patadas voladoras' entre panistas y perredistas, amainaron tan solo pisaron suelo legislativo Calderón y Fox.
Nadase supo entonces del supuesto control que ejercían los perredistas en cinco de los accesos a la tribuna.
Hora y media antes de la asunción, el ambiente de mercadería parecía arrebatar la solemnidad. Los arrebatos entre legisladores opuestos —con el PRI convencido que no era su fiesta-enviaban una amarga señal.
De repente, un Calderón decidido y un Fox con menos miedo que antes, celebraban el rito. Enseguida ninguno de los que llenaban la Cámara de Diputados pudo sustraerse al espíritu del I Himno Nacional. Los perredistas, aún con su coro de protestas, le dijeron sí al nuevo Presidente.
LOS TRES MINUTOS
Tan sólo 180 segundos bastaron para que Calderón pronunciara el juramento del Artículo 87 Constitucional, recibiera la Banda Presidencial por parte de Jorge Zermeño y se entonara el Himno Nacional Mexicano.
Calderón, sin embargo, accedió al recito legislativo por una puerta conocida como 'tras banderas; pues cerca de las 8:00 horas los accesos principales al salón de sesiones fueron tornados por los perredistas.
De las 7:55 a las 9:47 horas todo fue confusión, nerviosismo y expectativa.
Después de esa hora, Calderón sorprendió en el salón de sesiones al aparecer por la puerta de atrás junto al lado de Vicente Fox.
Nada podía ya detener el tiempo. De inmediato dio inicio la ceremonia de protesta.
Fox se quitó la Banda, se la dio a Jorge Zermeño y éste a su vez se la puso a Calderón para cumplir con el acto protocolario.
Entre gritos de «espurio" y "Obrador, Obrador", de parte de perredistas, y de "sí se pudo, sí se pudo", de los panistas, Calderón y Fox abandonaron por la puerta trasera el salón de plenos, protegidos por docenas de elementos del Estado Mayor Presidencial y por barricadas de los legisladores panistas.
FOX COMO EN LAS ELECCIONES
Para los priístas, la presencia de Vicente Fox en la Cámara de Diputados fue otra vez un acto de imprudencia.
Tanto Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los diputados del PRI, como Manlio Fabio Beltrones, de los senadores tricolores, criticaron la presencia del ahora ex Presidente, debido al ambiente de tensión que se vive en el país.
"Veo una enorme torpeza del ex Presidente Vicente Fox, pudo ocasionar un acto de enorme violencia y no mide consecuencias. No se dio cuenta de lo que pudo haber ocasionado en San Lázaro. Es un hombre que entró sin sensibilidad política y se va sin sensibilidad política. Nos avergüenza tener un ex Presidente como Vicente Fox", expresó Gamboa Patrón.
"No se da cuenta de la realidad que vive su país".
"¿No se dio cuenta cuáles eran los ánimos del Congreso? ¿No se da cuenta que sale con un país dividido? ¿No se da cuenta que sale con un país enconado? Es verdaderamente inconcebible un hombre con esa torpeza, haya sido Presidente de este país". (Con información de Yuri Ruiz)
Cumple su palabra amenazas no lo amedrentan
Felipe Calderón rompe el estruendo perredista y toma protesta en San Lázaro
El Presidente en funciones acude al recinto legislativo como lo había prometido para ser investido con la Banda Presidencial
Hasta Fox sonrió, porque e sentía seguro al lado de su sustituto o porque, al fin, nada tenía de responsabilidad ante el país
La gritería de los diputados perredistas y panistas el viernes por la mañana en San Lázaro sólo adornó la entrada triunfal de Felipe Calderón a la sala del pleno, en donde culminó la última ceremonia que dio inicio a su mandato
La enjundia del Presidente entrante para cumplir con el mandato constitucional en el lugar y la hora marcada derrotaron las amenazas y advertencias de los perredistas, quienes habían jurado no permitirle su torna de posesión.
Calderón y su equipo, apoyado por los legisladores panistas, que sacaron la casta desde días antes, prácticamente se los comieron.
Después de que la Mesa Directiva ocupó su lugar y apareció la figura de Calderón en el recinto arriba de la tribuna, los perredistas parecieron petrificados y lo único que pudieron hacer fue lanzar un coro de rechiflas que se confundían con las de los panistas.
Calderón, entonces, inició el rito, su rito, y nadie lo detuvo. La historia de la nueva Presidencia comenzaba a escribirse.
En realidad el arranque de su Presidencia inició mucho antes.
Mucho antes incluso que el primer minuto del 1 de diciembre de 2006 cuando en Los Pinos en un histórico acto, Vicente Fox le traspasó el mando, la bandera nacional y la Banda Presidencial teniendo ya como testigos a los titulares de su gabinete de Seguridad: Defensa Nacional, Marina, Gobernación y Seguridad Nacional. Teniendo al Ejército Nacional como custodio del lábaro patrio y de la Banda Presidencial.
Comenzó a escribirse el 2 de julio. Comenzó a escribirse aún días, semanas antes cuando Andrés Manuel López Obrador decidió confrontarse con medio mundo y perdió en el proceso electoral los puntos que siempre pregonó tener adelante.
Comenzó a escribirse aquel 2004 cuando en un acto de arrojo se proclamó precandidato presidencial desquebrajando la ira de su antecesor que lo llamó "más que imprudente". Entonces Calderón fue arropado por el gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña, hoy su secretario de Gobernación.
EJÉRCITO, MARINA Y EL PRD
Algo ocurrió cuando Calderón hizo presencia en la tribuna del Congreso, pero los golpes, pataleos y empujones de los legisladores cedieron. Los dos días de trifulca anteriores quedaron atrás.
Al jaloneo siguió sólo una protesta gutural: gritos y porras de uno y otro lado.
Nada, sin embargo, fue obra de la casualidad. El despliegue militar fue más que visible afuera y adentro del recinto legislativo. Era un hecho que el Presidente Felipe Calderón era protegido por una valla desplegada por la Marina y el Estado Mayor Presidencial (EMP).
El recinto legislativo era infranqueable.
Era un hecho que hasta el mismo Vicente Fox estaba feliz y seguro; Fox, quien por temor a las amenazas perredistas sólo entregó en la puerta del recinto su Sexto Informe de Gobierno.
La tormenta que presagiaban los tempraneros 'ganchos al hígado' y las `patadas voladoras' entre panistas y perredistas, amainaron tan solo pisaron suelo legislativo Calderón y Fox.
Nadase supo entonces del supuesto control que ejercían los perredistas en cinco de los accesos a la tribuna.
Hora y media antes de la asunción, el ambiente de mercadería parecía arrebatar la solemnidad. Los arrebatos entre legisladores opuestos —con el PRI convencido que no era su fiesta-enviaban una amarga señal.
De repente, un Calderón decidido y un Fox con menos miedo que antes, celebraban el rito. Enseguida ninguno de los que llenaban la Cámara de Diputados pudo sustraerse al espíritu del I Himno Nacional. Los perredistas, aún con su coro de protestas, le dijeron sí al nuevo Presidente.
LOS TRES MINUTOS
Tan sólo 180 segundos bastaron para que Calderón pronunciara el juramento del Artículo 87 Constitucional, recibiera la Banda Presidencial por parte de Jorge Zermeño y se entonara el Himno Nacional Mexicano.
Calderón, sin embargo, accedió al recito legislativo por una puerta conocida como 'tras banderas; pues cerca de las 8:00 horas los accesos principales al salón de sesiones fueron tornados por los perredistas.
De las 7:55 a las 9:47 horas todo fue confusión, nerviosismo y expectativa.
Después de esa hora, Calderón sorprendió en el salón de sesiones al aparecer por la puerta de atrás junto al lado de Vicente Fox.
Nada podía ya detener el tiempo. De inmediato dio inicio la ceremonia de protesta.
Fox se quitó la Banda, se la dio a Jorge Zermeño y éste a su vez se la puso a Calderón para cumplir con el acto protocolario.
Entre gritos de «espurio" y "Obrador, Obrador", de parte de perredistas, y de "sí se pudo, sí se pudo", de los panistas, Calderón y Fox abandonaron por la puerta trasera el salón de plenos, protegidos por docenas de elementos del Estado Mayor Presidencial y por barricadas de los legisladores panistas.
FOX COMO EN LAS ELECCIONES
Para los priístas, la presencia de Vicente Fox en la Cámara de Diputados fue otra vez un acto de imprudencia.
Tanto Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los diputados del PRI, como Manlio Fabio Beltrones, de los senadores tricolores, criticaron la presencia del ahora ex Presidente, debido al ambiente de tensión que se vive en el país.
"Veo una enorme torpeza del ex Presidente Vicente Fox, pudo ocasionar un acto de enorme violencia y no mide consecuencias. No se dio cuenta de lo que pudo haber ocasionado en San Lázaro. Es un hombre que entró sin sensibilidad política y se va sin sensibilidad política. Nos avergüenza tener un ex Presidente como Vicente Fox", expresó Gamboa Patrón.
"No se da cuenta de la realidad que vive su país".
"¿No se dio cuenta cuáles eran los ánimos del Congreso? ¿No se da cuenta que sale con un país dividido? ¿No se da cuenta que sale con un país enconado? Es verdaderamente inconcebible un hombre con esa torpeza, haya sido Presidente de este país". (Con información de Yuri Ruiz)
Vía: revista Impacto
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