AMLO y su estrategia del "gobierno paralelo"
0 Comments Published by Unknown on domingo, septiembre 03, 2006 at 9:18 p.m..Andrés Manuel López Obrador es la prueba viviente de que la historia se repite. Su convocatoria a una Convención Nacional Democrática (CND) con miras a establecer un régimen “legítimo”, guarda un sorprendente parecido con el "gobierno paralelo" que extendió en Tabasco luego de ser derrotado por el priista Roberto Madrazo en la elección a gobernador de 1994.
Aun antes de la elección realizada el 20 de noviembre de hace doce años, El Peje denunció un “fraude” perpetrado por las élites de Tabasco para asegurar la victoria de Madrazo. Luego de anunciarse los resultados el candidato perredista descalificó “las cifras ficticias” surgidas de mecanismos como el robo de votos y el relleno de urnas, además del escandaloso gasto ilegal realizado por el PRI.
López Obrador organizó su Caravana por la Democracia al DF en protesta por los resultados, de la misma forma en que el mes pasado convocó a una Marcha Nacional por la Democracia procedente de los 300 distritos electorales del país hacia el Zócalo, en protestar por el aparente triunfo de Felipe Calderón.
El Pejelagarto calificó la victoria de Madrazo como “moralmente imposible” y con respecto a Calderón señaló que “la victoria de los reaccionarios es moralmente imposible”. De la misma manera advirtió que Madrazo entonces, y ahora Calderón, serían, “un gobernador espurio” y “un presidente espurio”. A la vez, el campeón de los desamparados incitó a sus fieles a ocupar la Plaza de Armas de Villahermosa, al igual que ha instalado plantones en el DF este año.
Una vez que Madrazo ocupó la casa de gobierno, el PRD extendió el “gobierno paralelo” que había nombrado desde su derrota, a manos de Salvador Neme García, en la anterior elección gubernamental de 1988. Aunque no hubo entonces una Convención del tipo de la que ha programado ahora, los activistas del partido realizan hoy funciones similares a las desarrolladas en Tabasco en 1994 por aquél gobierno paralelo.
En Cárdenas, el presidente municipal, doctor Carlos Alberto Wilson, distribuyó libros de texto a estudiantes de secundaria (irónicamente, Wilson rompió con el PRD y ahora, como candidato panista, busca nuevamente la presidencia municipal en la elección del próximo octubre).
Wilson, junto con los médicos Wilberto Narváez Narváez, José Manuel Lizárraga, Guadalupe Mendoza Rodríguez y Adán Magaña Gómez, ofrecieron también servicios médicos gratuitos. Al mismo tiempo, los licenciados Rafael López Cruz y Dorilián Díaz Pérez ayudaron a la gente de bajos ingresos a inscribirse al padrón de ayuda federal en programas sociales, de salud y educación, que ellos mismos dirigían, mientras al mismo tiempo los representaban como abogados en las cortes civiles, criminales y agrarias.
Díaz Pérez fue integrante del grupo de activistas que apoyaron a campesinos, pescadores e indígenas a gestionar apoyos para becas, mecanización agrícola y atención a la salud en diversas instituciones del gobierno. El veterinario Miguel Cuitláhuac Vázquez se dedicó a revisar los animales de los campesinos. El arquitecto Armando Padilla Herrera asesoró a ciudadanos de bajos recursos para obtener propiedades y apoyó la construcción de sus casas. Electricistas anónimos ayudaron a la gente a instalar “diablitos” para obtener energía de las líneas de la Comisión Federal de Electricidad sin tener que pagarla. (Una porción importante de los viviendas en Tabasco no pagan electricidad).
La vieja guardia del PRI condujo los negocios en el palacio de gobierno, la Quinta Grijalva, el Congreso, las oficinas del partido, los centros de negocio, clubes privados y otros lugares convencionales. En contraste, López Obrados y su gabinete paralelo buscaron a la gente en las calles, plazas municipales, ayuntamientos, ejidos y otros lugares públicos. AMLO atrajo también a mucha gente con su implacable ataque a la contaminación —política y ecológica, insistió— que envolvía a Tabasco. Él y sus compañeros, perredistas profesionales, viajaron por el estado para ayudar a los indígenas y a la gente sin recursos. Él y sus seguidores bloquearon los caminos a las instalaciones de Pemex. Y sólo cuando el monopolio estatal les pagó por “daños”, permitieron a los equipos de la empresa acceder a los pozos y plantas.
Los gobernadores Salvador Neme, Manuel Gurría y Madrazo usaron a López Obrador para impulsar sus propios intereses. Los ejecutivos del estado imploraron a Pemex por fondos adicionales para socavar la atracción popular hacia López Obrador, insistiendo en que sin este dinero ganaría más fuerza y causaría mayores problemas. Los ejecutivos disfrutaron los recursos adicionales y gotearon hacia el PRD algunos fondos para educación, salud y vivienda, como resultado de la presión y el “chantaje”. Estos desembolsos significaron un menor gasto estatal en programas sociales. El hoy senador por el PRD, Arturo Núñez, bautizó este lucrativo artificio para extraer dineros de Pemex como la industria de la reclamación.
El “gobierno” que emerja de la CND no tendrá petro pesos para sus operaciones. Deberá apoyarse en sus aliados y en estipendios de los gobiernos del PRD. De cualquier forma, el Rayito de Esperanza no necesitará mucho dinero para continuar su cruzada contra los males del neoliberalismo. Nico Mollinedo, su ex jefe de logística, puede conducirlo por el país en su destartalado Tsuru. En cada parada, lamentará su victimización a manos del sistema ilegítimo, denigrará las iniciativas propuestas por Calderón, organizará convenciones locales y obtendrá apoyo a su movimiento.
López Obrador vive en el pasado y está ciego ante los cambios económicos y políticos que han barrido a México en los años recientes. Pero tan quijotesco como pueda parecer su "gobierno paralelo", ha tocado el profundo y genuino descontento de la mitad de la población mexicana ante la desigualdad social y la falta de oportunidades. Su incesante crítica deberá impulsar a Calderón y la élite gobernante a crear empleos, mejorar la seguridad social y la salud, y modernizar la educación para las masas. Si el mimado establishment nacional ignora este llamado a despertar lanzada por El Pejelagarto, lo hará bajo su propio riesgo.
Contacto 757-221-3031 o gwgray@wm.edu.
Traducción: Alejandro de la Garza
Aun antes de la elección realizada el 20 de noviembre de hace doce años, El Peje denunció un “fraude” perpetrado por las élites de Tabasco para asegurar la victoria de Madrazo. Luego de anunciarse los resultados el candidato perredista descalificó “las cifras ficticias” surgidas de mecanismos como el robo de votos y el relleno de urnas, además del escandaloso gasto ilegal realizado por el PRI.
López Obrador organizó su Caravana por la Democracia al DF en protesta por los resultados, de la misma forma en que el mes pasado convocó a una Marcha Nacional por la Democracia procedente de los 300 distritos electorales del país hacia el Zócalo, en protestar por el aparente triunfo de Felipe Calderón.
El Pejelagarto calificó la victoria de Madrazo como “moralmente imposible” y con respecto a Calderón señaló que “la victoria de los reaccionarios es moralmente imposible”. De la misma manera advirtió que Madrazo entonces, y ahora Calderón, serían, “un gobernador espurio” y “un presidente espurio”. A la vez, el campeón de los desamparados incitó a sus fieles a ocupar la Plaza de Armas de Villahermosa, al igual que ha instalado plantones en el DF este año.
Una vez que Madrazo ocupó la casa de gobierno, el PRD extendió el “gobierno paralelo” que había nombrado desde su derrota, a manos de Salvador Neme García, en la anterior elección gubernamental de 1988. Aunque no hubo entonces una Convención del tipo de la que ha programado ahora, los activistas del partido realizan hoy funciones similares a las desarrolladas en Tabasco en 1994 por aquél gobierno paralelo.
En Cárdenas, el presidente municipal, doctor Carlos Alberto Wilson, distribuyó libros de texto a estudiantes de secundaria (irónicamente, Wilson rompió con el PRD y ahora, como candidato panista, busca nuevamente la presidencia municipal en la elección del próximo octubre).
Wilson, junto con los médicos Wilberto Narváez Narváez, José Manuel Lizárraga, Guadalupe Mendoza Rodríguez y Adán Magaña Gómez, ofrecieron también servicios médicos gratuitos. Al mismo tiempo, los licenciados Rafael López Cruz y Dorilián Díaz Pérez ayudaron a la gente de bajos ingresos a inscribirse al padrón de ayuda federal en programas sociales, de salud y educación, que ellos mismos dirigían, mientras al mismo tiempo los representaban como abogados en las cortes civiles, criminales y agrarias.
Díaz Pérez fue integrante del grupo de activistas que apoyaron a campesinos, pescadores e indígenas a gestionar apoyos para becas, mecanización agrícola y atención a la salud en diversas instituciones del gobierno. El veterinario Miguel Cuitláhuac Vázquez se dedicó a revisar los animales de los campesinos. El arquitecto Armando Padilla Herrera asesoró a ciudadanos de bajos recursos para obtener propiedades y apoyó la construcción de sus casas. Electricistas anónimos ayudaron a la gente a instalar “diablitos” para obtener energía de las líneas de la Comisión Federal de Electricidad sin tener que pagarla. (Una porción importante de los viviendas en Tabasco no pagan electricidad).
La vieja guardia del PRI condujo los negocios en el palacio de gobierno, la Quinta Grijalva, el Congreso, las oficinas del partido, los centros de negocio, clubes privados y otros lugares convencionales. En contraste, López Obrados y su gabinete paralelo buscaron a la gente en las calles, plazas municipales, ayuntamientos, ejidos y otros lugares públicos. AMLO atrajo también a mucha gente con su implacable ataque a la contaminación —política y ecológica, insistió— que envolvía a Tabasco. Él y sus compañeros, perredistas profesionales, viajaron por el estado para ayudar a los indígenas y a la gente sin recursos. Él y sus seguidores bloquearon los caminos a las instalaciones de Pemex. Y sólo cuando el monopolio estatal les pagó por “daños”, permitieron a los equipos de la empresa acceder a los pozos y plantas.
Los gobernadores Salvador Neme, Manuel Gurría y Madrazo usaron a López Obrador para impulsar sus propios intereses. Los ejecutivos del estado imploraron a Pemex por fondos adicionales para socavar la atracción popular hacia López Obrador, insistiendo en que sin este dinero ganaría más fuerza y causaría mayores problemas. Los ejecutivos disfrutaron los recursos adicionales y gotearon hacia el PRD algunos fondos para educación, salud y vivienda, como resultado de la presión y el “chantaje”. Estos desembolsos significaron un menor gasto estatal en programas sociales. El hoy senador por el PRD, Arturo Núñez, bautizó este lucrativo artificio para extraer dineros de Pemex como la industria de la reclamación.
El “gobierno” que emerja de la CND no tendrá petro pesos para sus operaciones. Deberá apoyarse en sus aliados y en estipendios de los gobiernos del PRD. De cualquier forma, el Rayito de Esperanza no necesitará mucho dinero para continuar su cruzada contra los males del neoliberalismo. Nico Mollinedo, su ex jefe de logística, puede conducirlo por el país en su destartalado Tsuru. En cada parada, lamentará su victimización a manos del sistema ilegítimo, denigrará las iniciativas propuestas por Calderón, organizará convenciones locales y obtendrá apoyo a su movimiento.
López Obrador vive en el pasado y está ciego ante los cambios económicos y políticos que han barrido a México en los años recientes. Pero tan quijotesco como pueda parecer su "gobierno paralelo", ha tocado el profundo y genuino descontento de la mitad de la población mexicana ante la desigualdad social y la falta de oportunidades. Su incesante crítica deberá impulsar a Calderón y la élite gobernante a crear empleos, mejorar la seguridad social y la salud, y modernizar la educación para las masas. Si el mimado establishment nacional ignora este llamado a despertar lanzada por El Pejelagarto, lo hará bajo su propio riesgo.
Contacto 757-221-3031 o gwgray@wm.edu.
Traducción: Alejandro de la Garza
Vía: Milenio Semanal
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