En un estira y afloja, y con un largo debate de más de siete horas que finalizó a las 20:46 horas, el Senado de la República aprobó el pasado jueves 30 de marzo, con 81 votos a favor, 40 en contra y cuatro abstenciones, las reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión, y a la Ley Federal de Telecomunicaciones. En un ambiente que se había calentado desde días atrás, 125 senadores debatieron las reformas a estas leyes, intocadas desde 1964.
Todavía no iniciaba el debate y ya el polémico senador panista Diego Fernández de Cevallos había tenido un encontronazo con los manifestantes que se pronunciaban en contra de la ley fuera del recinto legislativo. Como consecuencia de esto, el barbado legislador llegaba a su escaño con su saco color gris rasgado.
Con dos horas de retraso, la sesión donde se aprobó esta polémica ley dio inició a las 13:00 horas. Ya en el pleno, el panista Felipe de Jesús Vicencio -opositor a la reforma-, pidió una moción suspensiva para aplazar el debate del dictamen, pero fue rechazada por 77 votos contra 44 que lo apoyaban. Esto era el preludio de lo que ocurriría horas después. Entonces subieron a la tribuna senatorial una larga lista de24 oradores que se pronunciaron a favor yen contra de la reforma.
Cerca de las 21:00 horas, los opositores hacían esfuerzos inútiles por convencer a sus compañeros, pero el presidente del Senado, Enrique Jackson, dio por terminado el debate y pidió que se celebrara la votación en lo general. La discusión de artículos reservados para votación en particular se prolongó hasta la madrugada, pero no cambiaron ni una coma.
HISTORIA DE SUMISIÓN
Así fue como el Poder Legislativo sucumbió ante el verdadero poder que representan en México las dos grandes empresas televisivas. Primero, sin análisis y votada en forma unánime, la Cámara de Diputados aprobó en fast track el pasado 1 de diciembre, dejando en el tintero tres años de trabajo que incluyó cinco foros, donde participaron diversos especialistas que buscaban otras alternativas y no ser sometidas a los intereses de los empresarios televisivos.
Televisa y Televisión Azteca se habían mantenido en silencio a pesar de la efervescencia que se generó en los últimos meses, pero el pasado lunes 27 de marzo, casi simultáneamente, ambas empresas hicieron un posicionamiento respecto de esta iniciativa. Tanto Joaquín López Dóriga como Javier Alatorre, titulares de los principal noticieros de cada televisora, apoyaron firmemente la reforma.
López Dóriga dijo: "Es falso que se haya prometido a candidatos y a partidos políticos favores y preferencias en lo comercial o en lo noticioso a cambio de aprobar la reforma". Asimismo, tildó de falsas las acusaciones de que Televisa presionó a los diputados y calificó como perverso el que se haya puesto el mote de Ley Televisa a la reforma que se concretó.
En tanto, Javier Alatorre denostó a los senadores Javier Corral, del PAN; Manuel Bartlett, del PRI; y César Raúl Ojeda, del PRD -férreos opositores a la reforma-y los calificó de "emisarios que con mentiras pretenden confundir a la sociedad".
Vía: Revista Cambio
Todavía no iniciaba el debate y ya el polémico senador panista Diego Fernández de Cevallos había tenido un encontronazo con los manifestantes que se pronunciaban en contra de la ley fuera del recinto legislativo. Como consecuencia de esto, el barbado legislador llegaba a su escaño con su saco color gris rasgado.
Con dos horas de retraso, la sesión donde se aprobó esta polémica ley dio inició a las 13:00 horas. Ya en el pleno, el panista Felipe de Jesús Vicencio -opositor a la reforma-, pidió una moción suspensiva para aplazar el debate del dictamen, pero fue rechazada por 77 votos contra 44 que lo apoyaban. Esto era el preludio de lo que ocurriría horas después. Entonces subieron a la tribuna senatorial una larga lista de24 oradores que se pronunciaron a favor yen contra de la reforma.
Cerca de las 21:00 horas, los opositores hacían esfuerzos inútiles por convencer a sus compañeros, pero el presidente del Senado, Enrique Jackson, dio por terminado el debate y pidió que se celebrara la votación en lo general. La discusión de artículos reservados para votación en particular se prolongó hasta la madrugada, pero no cambiaron ni una coma.
HISTORIA DE SUMISIÓN
Así fue como el Poder Legislativo sucumbió ante el verdadero poder que representan en México las dos grandes empresas televisivas. Primero, sin análisis y votada en forma unánime, la Cámara de Diputados aprobó en fast track el pasado 1 de diciembre, dejando en el tintero tres años de trabajo que incluyó cinco foros, donde participaron diversos especialistas que buscaban otras alternativas y no ser sometidas a los intereses de los empresarios televisivos.
Televisa y Televisión Azteca se habían mantenido en silencio a pesar de la efervescencia que se generó en los últimos meses, pero el pasado lunes 27 de marzo, casi simultáneamente, ambas empresas hicieron un posicionamiento respecto de esta iniciativa. Tanto Joaquín López Dóriga como Javier Alatorre, titulares de los principal noticieros de cada televisora, apoyaron firmemente la reforma.
López Dóriga dijo: "Es falso que se haya prometido a candidatos y a partidos políticos favores y preferencias en lo comercial o en lo noticioso a cambio de aprobar la reforma". Asimismo, tildó de falsas las acusaciones de que Televisa presionó a los diputados y calificó como perverso el que se haya puesto el mote de Ley Televisa a la reforma que se concretó.
En tanto, Javier Alatorre denostó a los senadores Javier Corral, del PAN; Manuel Bartlett, del PRI; y César Raúl Ojeda, del PRD -férreos opositores a la reforma-y los calificó de "emisarios que con mentiras pretenden confundir a la sociedad".
Vía: Revista Cambio
0 Respuestas a “El debate final”
Publicar un comentario