Vínculo a la nota original
Por Ricardo Ravelo
Frente a la iniciativa perredista de despenalizar y reglamentar el consumo de mariguana en el Distrito Federal –con los argumentos de que es menos nociva que el tabaco o el alcohol, y de que su criminalización refuerza el narcotráfico–, varios especialistas advierten a Proceso: En los países donde se ha legalizado han crecido las adicciones y sus problemas asociados de salud: alteraciones cognoscitivas, taquicardias, desequilibrios y pérdida de motivación y voluntad. Además, afirman, ese estupefaciente es "puerta de entrada" a drogas más pesadas…
A pesar de que la despenalización del consumo de mariguana en varios países de Europa y algunas regiones de Estados Unidos y Canadá aumentó las adicciones y sus problemas asociados, diputados perredistas de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) propusieron legalizar su siembra, distribución y consumo en la capital del país, antes de que una iniciativa similar fuera presentada, también por el perredismo, en el Senado de la República.
Con el argumento de que los consumidores de mariguana –que "no ha matado a nadie"– a menudo son criminalizados aunque esta droga es menos agresiva que el alcohol y el tabaco –que "causan millones de muertes anuales en el planeta"–, el diputado capitalino Víctor Hugo Círigo Vázquez, coordinador de la fracción del PRD en la ALDF, elaboró y presentó la iniciativa a mediados de octubre.
Pero especialistas consultados por Proceso advierten que la mariguana afecta la salud y conduce a sus consumidores, con el paso del tiempo y el uso excesivo, a mayores adicciones. Carlos Tornero Díaz, exdirector del penal de La Palma, siquiatra y estudioso de la conducta humana, manifiesta que "la mariguana no es inocua" y que, además, constituye "la puerta de entrada al mundo de las drogas", que es muy vasto.
Por su parte, Carlos Rodríguez Ajenjo, secretario técnico del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), apunta: "Las investigaciones recientes muestran que la mariguana causa alteraciones cognoscitivas, de la conducta y descoordinación en las personas. Cuando se usa la droga antes de los 14 años, produce mayor adicción y, en muchos casos, es el puente para pasar a las ligas mayores del mundo de las drogas".
Y según Patricia Olamendi, exsubsecretaria de Relaciones Exteriores y expresidenta de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, "está comprobado que la mariguana mata las neuronas hasta niveles extremos, y su despenalización no ha funcionado en ningún país; por el contrario, hay preocupación en Holanda y Canadá, lugares que apestan a mota por el elevado consumo que generó su liberación".
La iniciativa
Entrevistado por Proceso, Víctor Hugo Círigo Vásquez, el legislador que desató la controversia, expone que una de las motivaciones de su propuesta es que la política prohibicionista del gobierno no ha resultado eficaz contra el narcotráfico y que existe un problema de salud pública mal enfocado.
Refuerza: "Tenemos 40 años con una política prohibicionista en materia de consumo de mariguana, y lo único que se ha logrado es elevar el mercado negro del cultivo, distribución, venta y consumo. Hoy vemos que en la última encuesta nacional contra las adicciones, lejos de tener resultados positivos, el aumento en el uso de mariguana es exponencial: de 1.1% pasamos a 3.3% de la población. No ha funcionado la política prohibicionista, y el enfoque criminalizador del consumidor de la mariguana, por el contrario, le ha dado un poder impresionante al mercado negro, léase narcotráfico".
Con base en la iniciativa que busca reformar la Ley General de Salud, Círigo Vásquez sostiene que es tan elevado el tráfico y consumo de mariguana que de los 13 mil millones de dólares de ganancias anuales del narcotráfico, 8 mil los arroja la mariguana.
Y cuestiona: "¿Dónde están los resultados de la política prohibicionista? Hoy todos sabemos dónde venden mariguana. Por eso proponemos que se regule su consumo, que se legalice su venta y que no se persiga ni se criminalice al consumidor".
El objetivo de la propuesta es darle "un enfoque distinto al uso de drogas y al narcotráfico", particularmente por lo que se refiere a la mariguana, de modo que al problema se le imprima "una orientación de política pública en la que el Estado, en lugar de ver al narcodependiente como un delincuente, lo conciba como una persona que requiere de atención a su salud".
No es todo: Los legisladores recomiendan que el Estado también vea en la mariguana un producto terapéutico que coadyuve a aliviar el dolor de muchas personas, y que su procesamiento sirva incluso para fines industriales, aunque el objetivo central, según la iniciativa, "es el establecimiento de una política pública desde el Estado que en lugar de enfrentar con balas a los narcotraficantes, desarme de una vez por todas su negocio al hacer lícito el consumo y comercio de la mariguana, con reglas establecidas".
Con base en su proyecto, Víctor Hugo Círigo explica cómo se podría regir la política pública si se despenaliza la mariguana: "En principio estamos proponiendo que se regule el consumo, se legalice su venta y que no se persiga al consumidor. Debe haber, además, una regulación muy estricta en términos de las dosis que se permitiría consumir en lugares ex professo.
"Se plantean cinco gramos (equivalentes a tres cigarrillos normales), que se consuman en lugares alejados hasta un kilómetro de los centros educativos más cercanos; que no se permita el acceso a menores de edad; que las personas no crucen su consumo con otras drogas, como alcohol o cocaína; que se prohíba la publicidad, como ocurre con el alcohol y los cigarros, y que se impida la generación de cadenas dedicadas a la exportación."
Por otra parte, se propone vender la mariguana, mediante concesiones reguladas por el Estado, en establecimientos donde se autoricen hasta cinco gramos para consumo personal.
"Se requerirá licencia de funcionamiento –precisa la iniciativa– para la apertura de tales establecimientos, en los que estará prohibida la venta de bebidas alcohólicas (…) la violación de tales disposiciones podrá ser sancionada con multa equivalente de 12 mil hasta 16 mil veces el salario mínimo general diario vigente en la zona económica de que se trate.
"Se permite el cultivo de cannabis sativa, índica y americana o mariguana en las viviendas particulares de hasta cinco plantas, y se autoriza al consumidor portar hasta 30 gramos de la droga para su consumo personal."
La salud pública
Expresidenta de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, Patricia Olamendi asegura que ningún país de Europa donde se liberó el uso de la mariguana ha disminuido sus niveles de consumo y de adicciones; por el contrario, dice, se elevaron en forma alarmante, al grado de que en Holanda, por ejemplo, hay una gran preocupación al respecto.
–Pero la opinión que se tiene, y que es uno de los sustentos de la iniciativa para despenalizar la mariguana en el Distrito Federal, es que algunos países europeos redujeron sus problemas de adicción. ¿Cuál es su lectura?
–Estuve presente en muchas reuniones sobre el tema en el mundo y puedo sostener que ningún país ha tenido éxito con la legalización de las drogas. No hay ninguna experiencia que indique que esa es la solución al narcotráfico. Hay permisibilidad en algunos de los Países Bajos respecto del consumo de cierto tipo de drogas, pero hay rebotes brutales.
"Ámsterdam, por ejemplo, apesta a mota, y ves unas imágenes muy fuertes. Ves conjuntos de patrullas y ambulancias recogiendo chiquillos o muchachos que se quedaron 'pasados' por exceso de drogas y están tirados en la calle.
"Con esa libertad no se está resolviendo el problema del consumo, de la drogadicción. No hay una experiencia que nos muestre que a mayor permisibilidad, menor consumo y menos inseguridad. "Por otro lado, en varias naciones se sostiene que despenalizando el consumo puede frenarse a los grupos distribuidores de drogas. Probablemente eso sí pueda resultar, pero no resuelve lo más grave: el problema de salud pública, porque nada nos garantiza que puede haber menor consumo."
–Liberar el consumo, legalizar el uso de las drogas, ¿golpearía las estructuras del narcotráfico? –se le pregunta.
–Yo no lo veo así. ¿Qué ha pasado? A mayor permisibilidad, mayor distribución. En Estados Unidos bajaron los niveles de drogas que la gente consumidora debía portar, y ese país creció en producción de mariguana.
"Yo creo que el Estado tiene la obligación de tratar de impedir que sus ciudadanos mueran. En México hay un desastre. Nunca se ha penalizado al consumidor y en la mayor parte de los países éste no es perseguido. Desde que surgieron las leyes para penalizar las drogas, al adicto siempre se le consideró una víctima, nunca un delincuente."
–¿En qué países está despenalizado el consumo de mariguana?
–En Reino Unido, Canadá, Holanda y en los Países Bajos, pero esas naciones ya enfrentan dramas sociales graves. Por eso me parece que la propuesta del diputado Círigo es un poco irresponsable, porque en un país dominado por el consumo de drogas, ¿quién nos puede garantizar que con esa iniciativa vamos a frenar su flujo y consumo? El narcomenudeo es una realidad en México, y se venden drogas por todas partes.
Los efectos de la mariguana también han sido motivo de controversia. De acuerdo con el diputado Círigo Vásquez, es menos lesiva que el alcohol y el tabaco, además de que, afirma, se han demostrado resultados benéficos en usos terapéuticos. Pero expertos en la materia colocan este aspecto de la mariguana en el terreno de los mitos ancestrales.
Aunque puede tener alguna utilidad medicinal, señalan, no es indispensable, pues existen mejores sustancias para tratar la artritis y otros padecimientos contra los que se prescribe la droga. Especialista en siquiatría, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México y exdirector general de Reclusorios, Carlos Tornero expresa que ahora no es el momento para despenalizar la mariguana. "No creo que se pueda argumentar científicamente que su utilidad es tal que la humanidad está perdiendo una oportunidad terapéutica al no usarla para remediar ciertos males. Legalizar no quiere decir que el daño que se decía que causaba no existe.
"Si reunimos estudios sobre el tabaco, el alcohol y la mariguana, la menos nociva es la mariguana. Pero socialmente no podemos partir de esa base; no es válido aspirar a lo menos nocivo, sino a lo mejor. La mariguana causa daños al sensorio.
"Yo creo que lo peor que puede ocurrirnos es que se legalicen formas de evasión y no formas de solución. En México hay un grave problema con las adicciones, pero si se aprueban estas reformas se le estaría dando demasiado campo de acción a la facilitación y no a la solución del problema. Hay que pensar qué se le va a dar al hombre para que piense que esta vida es digna de vivirse."
De acuerdo con el doctor Carlos Rodríguez Ajenjo, secretario técnico del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), la mariguana que se consume actualmente es "más brava" debido a que contiene entre 12 y 14% de tetrahidrocanabinol, que es una especie de alcohol con cuatro radicales híbridos que actúan en el sistema nervioso central; generan estímulo y placer, imbuyen al consumidor en un círculo vicioso e impulsan a la gente a consumir mayores dosis.
En cuanto a los daños, dice, los estudios recientes son alarmantes: "Se ha demostrado que los grupos de usuarios de mariguana tienen menos dedicación al estudio; más problemas de retención y de memoria, sobre todo de la memoria de corto plazo, y fallas de decisión en su comportamiento. Luego vienen las consecuencias intermedias: egresan menos estudiantes de la escuela, tienen problemas con la justicia y terminan por dedicarse a vender la droga".
El titular de Conadic señala que otro efecto grave de la mariguana es que provoca inhibición de ciertos sentimientos y comportamientos, que los siquiatras denominan "anedonia", que es la pérdida de la sensación de placer en actos que normalmente lo producen, así como pérdida de motivación y de interés en muchas cosas. Es algo así como un adormecimiento de la voluntad del individuo, explica el especialista.
En el mundo de los estupefacientes, prosigue Rodríguez Ajenjo, la mariguana es una droga intermedia entre el alcohol y el cigarro y los tóxicos pesados, de manera que se convierte en puerta de entrada a drogas como la cocaína y la heroína.
El inicio de una carrera adictiva, explica, empieza tempranamente en los jóvenes con el cigarro, sigue con el alcohol, y quien fuma y toma tiene mayores probabilidades de usar mariguana. Sólo 15% de los jóvenes arranca su adicción con la mariguana, pero el 85% restante empezó con el cigarro.
Con base en los estudios que ha realizado en otros países, Rodríguez Ajenjo indica que en 1975 Alaska legalizó el consumo de mariguana; en 1988 se encendieron las alarmas por el elevado consumo, y en 1995 el gobierno solicitó, mediante un plebiscito, que se prohibiera de nuevo. Suiza y Holanda están viviendo una experiencia similar tras legalizar la venta de algunas drogas.
–¿Qué comportamiento tiene el consumo de mariguana en México?
–Es la droga de mayor consumo. Nuestras encuestas comparativas demuestran que va subiendo. Tenemos un sistema de vigilancia epidemiológica que demuestra que es la droga más común entre las personas que solicitan servicio en un centro de atención. De cada 100 pacientes que ingresan, 70 han consumido o consumen mariguana, lo cual nos habla de que no es inocua, porque lleva a las personas a buscar ayuda.
"La mitad de los pacientes siquiátricos tienen problemas de adicciones y frecuentemente es la mariguana la sustancia involucrada. ¿Qué porcentaje de la población está expuesta al consumo de mariguana? El 44% de la población que oscila entre 12 y 65 años."
–¿Hay casos de muerte por consumo de mariguana?
–No se han reportado casos. La sobredosis y la intoxicación sí pueden representar emergencias y enviar a una persona al hospital. Mucha gente llega con un cuadro de sudoración, disminución de la presión arterial, taquicardia, sensación de angustia y de muerte. Pero como no hay decesos, la gente piensa que la droga es inocua. No es así. Es la llave que abre otras puertas y otros dramas…
Vía: revista Proceso